30 abril 2011

Formentera

Como consumidor esporádico de blogs, hay una cosa que me da bastante rabia: que sus autores me cuenten las cositas normales y corrientes que les van pasando a ellos y que no tienen el más mínimo interés para nadie que no sea él/ella.

Tipo: "Últimamente me suena el teléfono y cuando lo cojo escucho una respiración y luego me cuelga".
Bueno, pues nos suda bastante los cojoncetes a todos.

Ejemplos se podrían poner mil.

Pues bien, hoy lo voy a hacer yo. ¿Por qué? Entre otras cosas porque este puto blog no lo lee ni Dios. Y porque me apetece y porque creo que a más de uno le voy a dar un poco de envidia. O sea, a dos.

El caso es que ya tengo vuelo y alojamiento para pasar 6 días en Formentera. Ahora que desde que ya no fumo he descuidado mucho mi cáncer de pulmón, voy a ver qué tal uno de piel. Adjunto una foto que he pescado por ahí de la playa de Illetes (Islitas), que a finales de mayo no estará tan vacía pero casi. Va a ser horrible, oye. Yo solo, todo el día en pelotas escuchando música y leyendo libros y masticando el paso del tiempo. La de chuminadas que se me van a ocurrir allí tumbado y que podré volcar en este pozo de mierda que es Parto Bardoleiro. Os vais a cagar.



Me gusta más en septiembre, pero junio tampoco está mal. los días son más largos pero, a cambio, el agua está mucho más fría y sales del agua con un ganchito que dice muy poco de los logros pretéritos de uno. Pero qué se le va a hacer. Siempre hay un precio a pagar.

29 abril 2011

Reflexión profunda a partir del penoso espectáculo del Real Madrid - Barça

Hasta el pasado 10 de enero yo fumaba. Me gustaba mucho fumar. Muchas veces era lo mejor del día. Y lo dejé a lo bestia. El mismo día 10 al despertar ni siquiera sabía que ya me fumado el último cigarrillo.

¿Cómo fue entonces?

Al llegar a la oficina un compañero ex putero, ex alcohólico (en control médico), ex porrero y ex farlopero, va y me dice que ha dejado de fumar. Y pensé: "Si este deshecho lo deja y tú no, ¿qué clase de mierda estás hecho?". 

Cuatro meses después me ha dado por salir a correr, a ver qué tal. Y es espantoso. Pero tiene una cosa buena: que te permite pensar. Porque mientras corres (si corres solo, obviamente) nadie te toca los cojones (pelotas, testículos, cataplines).

Y durante la carrerita de hoy por las playas de Barcelona, entre otras cosas, he pensado en todo lo que ha venido pasando desde el partido del miércoles entre el barça (los míos) y el Real Madrid. Las conclusiones son las siguientes:

1. Salvo honrosas excepciones, todos vemos mejor lo que nos interesa que pase que lo que realmente ha pasado. Y no parece que sea un problema oftalmológico. 

2. Incluso los árbitros, por muy imparciales que intenten ser, tenderán a ver las cosas de la manera que más ilusión les haga, aunque sólo sea un poco. 

3. Vistas las reacciones del público en general de uno y otro equipo, está visto que la cabeza la tenemos para bien poco. Y que casi todos tiramos más de los sentimientos. Así nos luce el pelo. 

4. Es dramático.

A la vista de todo esto, se me ocurren un par de conclusiones más:

1. Ser objetivo es muy pero que muy difícil. Y cuando ya casi lo has conseguido te das cuenta que no sirve para nada más que para cabrearte con prácticamente todo el mundo. Porque prácticamente nadie lo es ni putas las ganas que tiene de serlo.

2. La gente lo que quiere es ser feliz. Y si para eso tiene que ver rojo lo que debería ser amarillo, lo verá. Y si los catalanes tenemos que ser todos unos hijos de puta, pues pensará que lo somos. Y viceversa. Si justo o no, razonable o absurdo, a la gente le importa tres cojones. Y a vuestros jefes también. Y a vuestras parejas y a vuestros amigos y a vuestros políticos. 

Entre ser razonables y ser felices, todos lo tenemos bastante claro. Por lo tanto, la entrada de Pepe a Dani Alves es una tarjeta roja de libro. No se hable más. 

28 abril 2011

Hechos reales acontecidos ayer miércoles en tienda de centro comercial. En serio.



Iba a poner lo que se me pasó por la cabeza pero, al considerar a mi pequeña audiencia muy inteligente, lo he dejado así, que es la misma información que tuvo la dependienta. ¿Vosotros creéis que sacó las conclusiones oportunas?

27 abril 2011

Expulsión injusta de Pepe y derrota del Real Madrid - Metáforas (I)

-Entonces ¿dices que no te la follaste?
-Casi casi. Pero no.
-Vaya lata.
-Ya lo puedes jurar. Me fue de un pelo.
-Pero ¿qué pasó? Últimamente, por a o por b, siempre te quedas sin follar. Ya es mala suerte.
-¿Que qué pasó? Pues que siempre estamos igual. Ya habíamos salido de cenar en un restaurante muy romántico y me la había llevado a pasear por el rompeolas. Y cuando ya casi la iba a coger por la cintura para ver qué tal, va y le suena el móvil.
-Hostia, sí. Vaya un putadón.
-Ya ves. Era su madre para decirle que una tía abuela suya se había caído en el pueblo mientras iba al mercado y se había luxado una muñeca. Claro, se nos rompió el rollo.
-Desde luego, cuando no es una cosa es otra. Con lo follador que tú eres.
-Ya ves. No mandé mis barcos a luchar contra los elementos.
-¿Y no tendrá nada que ver que eres feo, y cada día que pasa lo eres más, y la tía esa es la tía más buena que has visto en mucho tiempo?

-Sí, bueno, pero... ¿Y si su tía abuela se hubiera quedado quietecita?

26 abril 2011

Una de esas lecciones que se aprenden muy de vez en cuando acerca de la vida

Como a todo el mundo (me imagino) me pasa que cada cierto tiempo aprendo alguna verdad lo suficientemente "grande" acerca de la vida como para significar el principio de un cambio importante en mi manera de entender en el mundo. Y comportarme.

Unas veces gusta más la conclusión a la que se llega, otras no tanto. Como ahora.

Más de uno pensará que a buenas horas caigo del guindo o que menudo filósofo de pacotilla estoy hecho. En mi defensa diré que no es que no lo hubiese visto antes sino, más bien, que no todavía no estaba preparado para asimilarlo. O no me daba la puta (puñetera para los amigos) gana.

¿Que qué conclusión es esa tan misteriosa?

Pues que está muy bien eso de intentar ser justo y no tener ideas maximalistas; y ser uno siempre consciente de la propia subjetividad, es decir, que hay muchas maneras de tener razón; y que no se puede saber si está en lo cierto; y que los que no están de acuerdo contigo no son necesariamente gilipollas; y que los malos no son tan malos ni los buenos tan buenos. Total, que todo es muy complejo y hay que respetar a los demás y entender que cada uno hace lo que puede para ir tirando.

Esa es una conclusión mía de hace ya bastante tiempo que no me ha servido para nada. Llámalo relativismo, equidistancia, pasotismo, o como te de la gana.

Pues por fin me he dado cuenta no de haber estado equivocado, sino de que por ahí no voy a ninguna parte.

La conclusión de estos días es que no tenemos que ser demasiado estrictos con nosotros mismos y debemos permitirnos cierta dosis de "gilipollez" que no será gilipollez en sentido estricto sino solo gilipollez para algunos que quienes nos juzguen.

Total, que hay que tener cojones para tener opiniones propias y no temer que seas demasiado fijas o pensar que a lo mejor nos equivocamos. Si más tarde tenemos que cambiar de opinión, ¡pues ya cambiaremos! ¿Cuál es el problema, amigos míos?

¿Que estamos en una reunión de trabajo y tenemos una determinado opinión del problema? Pues esa es la buena y los demás no tienen ni puta idea.

¿Que somos de izquierdas o de derechas o no nos gustan ni los unos ni los otros? Pues estamos en lo cierto. Los que piensen diferente no tienen ni puta idea. Y si hay que discutir se discute y si hay que perder una amistad, se pierde. En tal caso el que fue nuestro amigo se habrá puesto lo suficientemente tonto como para tener, al menos, la mitad de la culpa.

Antes era él quien salía ganando porque tenía su idea (acertada e inamovible) y pensaba que tú no tenías ni puta idea de lo que decías. Tú, en cambio, de justo que querías ser, considerabas su opinión tan acertada o equivocada como la tuya, puesto que cada uno lo veía desde ángulos distintos.

Pues se acabó. A partir de hoy, a muerte con mis ideas. Ni una duda. Ni un paso atrás. Seré un poco (bastante) más gilipollas que he sido hasta ahora. Un cretino si hace falta. Pero se acabó ponérselo fácil a todo el mundo a cambio de prácticamente nada.

Hasta la puta polla.

A partir de hoy soy el más guapo, el más listo, el que más razón tiene. Los de mi equipo son los buenos. Y mi polla es la más grande. Bueno, no. Mi polla es un desastre pero ¡a mucha honra!

Y mi país es el mejor.

Y el que no esté de acuerdo con todo lo que acabo decir ya me puede ir comiendo el nabo.

23 abril 2011

Diada de Sant Jordi (San Jorge en cristiano)

No recuerdo haber declarado mi catalanidad anteriormente. Creo que no. Tampoco en mi perfil digo nada en ese sentido. Será que no lo considero tan importante como para ir por ahí proclamando mi lugar de origen.

Pero hoy, con motivo del día de Sant Jordi, me he decidido a salir del armario no por un particular deseo de autoafirmación sino, más bien, por si alguien tiene afición a valorar a las personas por su lugar de nacimiento. Para que pueda ir sacando sus conclusiones.

Como ya sabrá (o no) el señor lector, el día de Sant Jordi (San Jorge en cristiano) se celebra en Cataluña la tradición de regalarnos libros y rosas los unos a los otros. Y poco más. Libros independentistas, se entiende. O en catalán. Los libros españoles no se pueden vender porque esta prohibido. Yo mismo conozco a un tipo cuyo cuñado conoce a alguien a quien se le ocurrió hacerlo y no se ha vuelto a saber de él. Se ve que alguien investigó su desaparición y escribió un libro con el resultado de sus indagaciones. En español. Así que nadie se lo ha leído.

Es lo que tiene odiar el idioma español y todo lo que representa.

La culpa es del gobierno de los separatistas, que permite que se eduque a nuestros hijos en catalán y solo en catalán. Con lo rico que es el castellano. Pues no. Ellos en catalán. Sin importarles la cantidad de hablantes de uno y otro idioma (los catalanes todavía no sabemos que el catalán es un dialecto inventado en el siglo XIX para tocar los cojones).

Se nos tendría que caer la cara de vergüenza. Yo mismo, que he sido educado para renegar de España y de su puta madre, me expreso siempre en castellano. ¿Será posible? ¿Y no me dan de hostias los demás catalanes, que son igual de hijoputas que yo pero, además, se empeñan en hablar su idioma de intolerantes?

¡Pues claro que sí! Me hostian permanentemente. El otro día el bofetón me lo dio el panadero y, acto seguido, la mujer del kiosco. Pero uno se va acostumbrando. Aunque también es verdad que algunos días consiguen que te replantees algunas cosas. Cambiarme el apellido, por ejemplo. Turralva me quiero poner, a ver si así me dejan de llegar anónimos al buzón.

Ya sé que tengo derecho a llamarme Torralba y expresarme en mi castellano materno pero uno prefiere renunciar a algunas cosas a cambio de vivir tranquilo.

Dice mi mujer que nos tendríamos que mudar a Ciudad Real. No estoy seguro. El caso es que seguimos aquí y no aprendemos. Fíjese el lector de hasta dónde llega nuestra estulticia que, siendo la inmensa mayoría de nosotros hijos o nietos de al menos un "español", todavía no nos hemos puesto de acuerdo para erradicar la plaga del nacionalismo.

No sé qué es pero algo tiene que haber en el aire catalán que nos convierte a todos en gilipollas. Si no, no se entiende que en cualquier país (o región) del mundo haya un porcentaje infinitamente menor de subnormales por Km2.

¿Será un gen? ¿Será la mala suerte? Sea lo que sea, algo hay. ¿Pero qué extraño fenómeno explica tanta estupidez en tan poco espacio? Es curioso. Muy curioso.

He oído que la culpa es de los políticos, que los nuestros son peores que los de los demás. Y más egoístas que los de otras comunidades. Y peores personas. Incluso los que han nacido en Andalucía (Montilla) o Aragón (Durán Lleida). Menuda gentuza.

Yo lo que creo es que los españoles son todos unos pillines que se han puesto de acuerdo desde tiempos pretéritos para enviar a Cataluña únicamente lo peor de cada casa y así tener toda la bazofia concentrada en el mismo sitio, con lo que eso conlleva de facilidad de manejo y administración.

Perdónesenos pues nuestra proverbial estupidez, que es toda la que nos pertenece por derecho más aquella que antaño tuvisteis esparcida por el resto de la península y ahora retenemos nosotros concentrada y tanto veneramos y tan variopintas formas y expresiones adquiere y a vosotros tanto incomoda pues, al haberla desterrado tiempo ha, ya no sabéis cómo huele ni qué cara tiene ni cómo se las gasta.

Pero, por el amor de Dios, agradézcasenos también de vez en cuando, pues gracias a que nosotros los catalanes somos todos (la mayoría) tontos del culo, los habitantes de allende nuestras fronteras sois como sois. De majos. (Todos no, pero la mayoría).

21 abril 2011

Being Enrique Torralba (seudónimo) - Un poco más acerca del autor para que lo sepa el único lector. O casi.

El 10 de enero dejé de fumar. Pensaba que era imposible, pero no. Se puede. Es espantoso pero se puede. De todas formas todavía puedo recaer. Soy débil de espíritu y de unas cuantas cosas más.

Posiblemente por la emoción que me produce el abandono de tan pernicioso hábito, la semana pasada decidí que empezaría a correr un poquitín por las tardes, a ver si me quitaba alguno de los 5 kilos nuevos que tengo. Y, ya de paso, me pongo medio en forma.

Y sí, sí. Ayer salí por primera vez a correr después de, qué sé yo, ¿8 años?

Vamos, una cosa horrible. Como muchísimo debí de correr 2 km y no podía ya con mis huevos, que son poca cosa, para qué nos vamos a engañar, lo mismo que el nabo. Sobretodo si te acabas de pegar una panzada de correr.

Quizás por eso me metí en la ducha y luego me afeité la pollita, que ahora da penica, la pobre.

Y eso es, más o menos, todo lo que estoy dispuesto a reconocer por hoy.

PD: Lo de dejar de fumar viene de lejos, pero me dije que ya lo intentaría cuando hubiese terminado la novela (absolutamente genial y basada en hechos reales) hecho que aconteció felizmente a finales del 2010. Este bloguín viene a llenar parte del (pedazo de) hueco que ha dejado la novela en mi vida. Mejorará, lo prometo. Actualmente estoy un poco disperso.

Puta mierda

El Madrid ha ganado la copa del rey. Una semana sin poner la tele. Os pongo una canción triste para que me acompañéis en el sentimiento. Sobretodo no la pongáis dos veces, a ver si vais a saltar por la ventana.



El que no conozca a Tom Waits, ahora sabrá lo que se ha estado perdiendo.

17 abril 2011

Real Madrid 1 - F.C. Barcelona 1

-No era penalty.
-Sí que era. Ya lo creo que era.
-¿Cómo puedes decir eso? No lo toca.
-Hay derribo. Por lo tanto, penalty. Vergonzoso que le perdonase la roja.
-Sí, hombre, sí. Un robo.
-Ya lo creo. Todos los años lo mismo. Villarato.
-¿Y el penalty de la primera parte?
-No era. Se tira.
-Y tampoco es tarjeta, ¿a que no?
-Tampoco. Si no hay penalty, no hay tarjeta.
-Hemos jugado mejor.
-Hemos empatado con 10.
-Sí. De penalty injusto.
-Ya empezamos. Me cago en los putos catalanes.
-Yo no soy catalán.
-¿Qué pasa? ¿No me puedo cagar en los putos catalanes?
-Claro que puedes. Pero lo que es penalty es penalty. No tiene nada que ver lo uno con otro.
-¿Y por qué eres del barça si no eres un catalufo hijo de puta?
-Pues no lo sé. El caso es que lo soy. De pequeño me gustaba Quini.
-¿Sabes una cosa?
-¿Qué?
-Eres un puto traidor antiespañol.
-Anda, ¿y eso por qué?
-Porque los catalanes se han apoderado de tu juicio y ya ni siquiera ves que Alves derriba claramente a Marcelo. Y el árbitro le ahorra la tarjeta. Penalty claro.
-¿Y eso me convierte en antiespañol?
- Por supuesto. Lo dice la Constitución.
-¿La Constitución dice que soy antiespañol por ser del barça?
-Claro, tonto. Hay que saber leer entre líneas.
-Ahora que lo dices, sí que lo desequilibra un poquitín, sí. Con el muslo.

08 abril 2011

Escritor genial se mensajea con su amigo íntimo de Mallorca, que es periodista. Absolutamente real.

Escritor genial: Luego te paso el libro final para que se lo pases a xxxxxxx que igual se lo acaba leyendo.
Periodista mallorquín: ¿Hay otro libro final? Más versiones que el Quijote. Tú tienes mucho tiempo libre, no?
Escritor genial: Básicamente, he añadido un final y quitado 100 páginas.
Periodista mallorquín: Ayer (jueves) cuando vi el email iba un poco pedo, pero me pareció que no habías adjuntado nada. El final no me gustaba, bien cambiado.
Escritor genial: Te lo he vuelto a enviar. El final gusta más a quien se lo llega a leer.
Periodista Mallorquín: Me costó, por infumable, pero lo leí. Ya no quedan amigos como yo.
Escritor genial: Puta gorda (periodista mallorquín está entradito en carnes) hija de perra.
Periodista mallorquín: Sí, cierto. Pero consciente de mis limitaciones (se refiere a la capacidad de escritor genial para la literatura).
Escritor genial: Ya me has tocado los huevos. Además, tú cuando puedes follar, follas. Aunque sepas que follas como el culo, como casi nadie sabe.
Periodista mallorquín: He mejorado follando, no creas. Eso uno lo nota. Dime qué has refrito y xxxxxx (creativo publicitario en paro) se lo leerá. Tiene todo el tiempo del mundo, el cabrón.

Escritor genial se está pensando qué contestar.

04 abril 2011

Máster (autobiográfico)

 - Venga, hijo, que pareces tonto. Tírate. Tírate, tírate, tírate.
         - No lo veo. Diría que puedo ser feliz aquí arriba.
         - No digas tonterías, a ver si vas a acabar deshonrando a 
         la familia.
       - ¿Y ahora qué hacemos, papi?
       - Mueve las patas. 
       - Ya las muevo.
       - Más rápido.
       - Lo intento. 
       - Bueno, no preocupes. Te pago un máster.