21 abril 2011

Being Enrique Torralba (seudónimo) - Un poco más acerca del autor para que lo sepa el único lector. O casi.

El 10 de enero dejé de fumar. Pensaba que era imposible, pero no. Se puede. Es espantoso pero se puede. De todas formas todavía puedo recaer. Soy débil de espíritu y de unas cuantas cosas más.

Posiblemente por la emoción que me produce el abandono de tan pernicioso hábito, la semana pasada decidí que empezaría a correr un poquitín por las tardes, a ver si me quitaba alguno de los 5 kilos nuevos que tengo. Y, ya de paso, me pongo medio en forma.

Y sí, sí. Ayer salí por primera vez a correr después de, qué sé yo, ¿8 años?

Vamos, una cosa horrible. Como muchísimo debí de correr 2 km y no podía ya con mis huevos, que son poca cosa, para qué nos vamos a engañar, lo mismo que el nabo. Sobretodo si te acabas de pegar una panzada de correr.

Quizás por eso me metí en la ducha y luego me afeité la pollita, que ahora da penica, la pobre.

Y eso es, más o menos, todo lo que estoy dispuesto a reconocer por hoy.

PD: Lo de dejar de fumar viene de lejos, pero me dije que ya lo intentaría cuando hubiese terminado la novela (absolutamente genial y basada en hechos reales) hecho que aconteció felizmente a finales del 2010. Este bloguín viene a llenar parte del (pedazo de) hueco que ha dejado la novela en mi vida. Mejorará, lo prometo. Actualmente estoy un poco disperso.