26 mayo 2011

Formentera (más cosas)

Hace algún tiempo tuve una conversación con un amiguete. Amigo no; amiguete. Hablábamos de cierta chica que yo conocía solamente por teléfono y cuya voz me parecía sugerente. Así se lo hice saber a mi amigo, que sí la conocía personalmente.

-Es de Formentera -me dijo.
-¿Ah, sí? ¿Quién lo iba a decir?
-¿Y está buena?
-¿Y tú qué? -me contestó-. ¿Estás sordo?

25 mayo 2011

Formentera (me da un poco de vergüenza)

Esto fue nada más llegar a Ibiza. No lo conté porque me daba corte. Pero ahí voy. Me desnudaré para la audiencia.

Resulta que cojo mi maleta de la cinta en el aeropuerto y me voy hacia la salida. Y me cruzo con un picoleto (Guardia Civil) a quien llama la atención mi aspecto atractivo y me invita a seguirle a una habitación que tiene por ahí detrás.

Yo lo digo que sí, claro. Y me hace unas preguntitas y tal. Y yo las contesto intentando no ponerme nervioso. Pero aún así lo estoy. Y eso que no llevo nada en la maleta de lo que me tenga que arrepentir. Ni en la maleta ni en ningún otro lugar.

-Pues ya te puedes ir -me dice.
-No ha encontrado usted nada, claro.
-Bueno, ahora que lo dices, la próstata la tienes un pelín inflamada. Que te la vea un médico.
-Gracias agente, muchísimas gracias.

Bonita manera de empezar un viaje de relax.

23 mayo 2011

Delgados con barriguita

Hola amigos. Bueno, la verdad es que es un decir porque me acabo de conectar por primera vez desde el sábado y he visto que ayer tuve 0 visitas.

Así que no os merecéis ninguna de las fotos que he hecho en Formentera. Ni los vídeos.

Dónde a veces salen italianos e italianas. Me pregunto cuándo nos pondremos de moda los delgados con barriguita. Todo el mundo sabe que la moda todo lo puede. No hace mucho a la gente le gustaban los panatlones de campana. Y hace 20 años estaba de moda llevarlos cortos de cojones, como para ir al campo a regar. Y a la gente le gustaba.

Entonces ¿para cuándo coño los delgados con barriguita?

Nota: Si eres gorda y fea este razonamiento no sirve. Sólo vale para delgados con barriguita. Buscaros vuestra propia coartada si queréis dejar de ser ninguneadas.

19 mayo 2011

La junta electoral prohíbe las manifestaciones

-Anda ¿Y por qué?
-Pues porque esto es una democracia. Y porque me sale a mí de la polla. Y porque tus padres y tus primos y tus vecinos y tus amigos y tus enemigos y tu jefe y el que te lleva a casa en su taxi me han votado a mí. Y yo digo que este sábado no se manifiesta ni Dios. ¿Queda claro?
-No.
-No te preocupes que este señor de la porra te lo explica mejor. Y ahora, si me disculpas, tengo cosas que hacer.
-¿Ah, sí?
-Sí.
-Como qué.

(Sigue después del dibujito de rigor)

-Como lo que me sale de la polla. Con el permiso de tus padres, tus primos, tus amigos, tus vecinos y tus amigos y tus enemigos y tu jefe y el que te lleva a casa en su taxi.
-Hostia, pues es verdad. Soy gilipollas.
-A mí me vais a explicar vosotros lo que es la democracia, si he vivido con Franco y mayo del 68 y la transición. Aquello sí que iba en serio. Lo que pasa es que los jóvenes de hoy sois gilipollas y os lo hemos dado todo hecho y os pensáis que todo el monte es orégano. ¿Que no os gusta esto? ¡Pues iros a Alemania a trabajar, a ver si os gusta más!
-Claro, claro. Con lo bien que se vive en España. Porque hay que ver lo bien que se vive aquí.
-Claro que sí. Ese plato de jamón a las doce del mediodía de un martes, el solecito; esa cervecita fresquita al salir del trabajo a las 3 de la tarde...
-¡Qué gran verdad! ¡Qué idiota he sido para venir a esta plaza a hacer el ridículo!
-¿Cómo te llamas?
-Luis.
-¿Edad?
-35.
-Muy bien, Luis. Ahora desmonta la tiendecita y vete a casa con tus padres, que te estarán echando de menos. Y repite conmigo: ¡Viva España!
-¡Viva España!
-¡Viva la Constitución!
-¡Viva!

18 mayo 2011

Vértigo

Tras el aluvión de alabanzas recibidas por algunos de los 30 aprox. lectores de este blog en ciernes, no puede uno dejar de sentir vértigo. Manda cojones.



De repente me ha entrado una sensación lamentable de miedo a defraudaros, como si estas gilipolleces que escribo por hacer algo en lugar de ver la tele tuvieran alguna importancia.

Yo creo que es el ego, que se me ha desmadrado. Sin ningún motivo. Más bien, todo lo contrario.

Y eso. Que no me veo capaz de superar lo anterior esta noche. Así que he decidido que, mientras se me ocurre un parto medianamente decente que justifique su lectura, voy a proponeros cuatro líneas de Lolología (El empujoncito) que es la novela basada en hechos reales que pronto verá la luz, por las buenas o por las malas. Por lo civil o por lo criminal.



Nota: El tal Quique soy precisamente yo hace unos veinte años. El otro es mi amigo Luis, que es quien escribe. Por eso se refiere a mí en tercera persona. Hablamos de la chica estratosférica de la que estaba enamorado, el pobre, por aquel entonces. Un 9,65 para que os hagáis una idea.


Quique (Enrique) opinaba que no. Que ni siquiera si fuésemos a parar los dos solos a una isla desierta tendría la más remota posibilidad de conseguir nada de ella, al menos por las buenas. Por la malas, quizás sí.
––Lo bueno de las islas desiertas ––dijo––, es que cuando los dos os habéis acabado el libro, con algo os tenéis que entretener. Así que probablemente te la acabarías cepillando tarde o temprano.
––¿En qué quedamos?
––Es una regla general. Tú serías la excepción. La noticia buena es que nadie podría oír sus gritos de socorro.
––O de placer.
––O de dolor porque te has equivocado de agujero y se la estás intentando meter por el culo.
––Sí, claro.
––Cuidado, que están muy juntos.
––Ya lo sé. 


17 mayo 2011

Abandonar el jodido hábito de fumar

En primer lugar, gracias a los 5 personajes que habéis considerado genial el post anterior acerca de las pollas. Estoy tan de acuerdo con vosotros acerca de mi propia genialidad que el sexto en calificarlo con la máxima puntuación posible he sido yo mismo.

Hoy hablaremos de dejar de fumar, que es una cosa bastante complicada para los que hemos fumado mucho y a conciencia. Y con sumo placer. No como esos que ahora lo dejan, ahora vuelven, las veces que hagan falta. Los fumadores de verdad tenemos una o, como mucho, dos oportunidades. Si no sale bien, nos vamos de cabeza al cáncer de pulmón, el enfisema pulmonar, el infarto, ictus, cáncer de garganta, de lengua, etc, siempre que no nos caiga en la cabeza una mujer suicida de Viladecans.

Yo lo dejé el 10 de enero. Y me creo el puto superman. ¿Cuánta gente habrá conseguido dejar de fumar hasta el cuarto mes? Seguro que un cojón de gente. Y yo me creo el jodido superman. Pero la gente sigue sin darle la importancia que yo creo que tiene.

Esta mañana sin ir más lejos he pasado reconocimiento médico. Ha ido más o menos así:

-¿Alguna novedad?
-Sí, bueno...
-¿Cuál?
-Supongo que haber dejado de fumar es una novedad. ¿Me equivoco?
-Es una novedad.
-Pues lo dejé. Hará ya cuatro meses o más.
-Ajá.
- ...
-A ver, respira hondo.
-Pfffff, pffffff.
-Muy bien. Ya es suficiente.
-Antes lo pasaba fatal.
-¿El qué?
-Antes de dejar el tabaco. Lo pasaba fatal cuando me hacían soplar. Fumaba un huevo. Pero lo he dejado. Cuatro meses llevo, con lo chungo que es. Ahora mismo me fumaría tres, uno detrás de otro.
-¿La caca bien?
-¿Cómo dice?
-La caca. ¿Bien? ¿Muy oscura?
-No. Bien. Marroncito.
-Peeeerfecto. Pasa por aquí que te miraremos la vista.

Resumiendo, a la gente le importa tres cojones si hemos dejado de fumar, por muy superman que algunos nos creamos que somos. A lo mejor me habría hecho más caso el doctor si le hubiese dicho que, con el dinero que me ahorrado en tabaco, me voy a 6 días a Formentera a partir del domingo. Me llevaré pipas.

16 mayo 2011

Pollas. Una reflexión.

He estado reflexionando a partir de lo que me ha dicho un compañero de trabajo mientras se suponía que estábamos trabajando.

Me hablaba de cierto excompañero suyo, muerto ya, cuyos dedos parecían pollas y, su polla, era descomunal. Y los dos nos hemos acordado de un tercer compañero todavía vivo que, según dicen, tampoco anda mal de rabo. El puto (puñetero) Manolo.

Hace un par de años (juro que es verdad) el tal Manolo perdía el conocimiento sin motivo aparente y las teorías rápidamente señalaron al corte de digestión como causa más probable de sus desmayos. Le decíamos que intentara no ponerse tontorrón hasta dos horas después de la última comida. Y nos partíamos el culo, claro. Sobretodo yo, que vivo convencido de mi genialidad.

Pero no nos entretengamos conmigo y mis múltiples cualidades y vayamos al grano:

Todo el mundo sabe quién tiene pollón, pero casi nadie tiene identificados a los pollines. Porque ya se encargan los muy hijoputas de que se sepa lo que arrastran entre pierna y pierna. Y eso, pasada la treintena, pues tira que te va. Pero ¿qué pasa durante la adolescencia?

Pues durante la adolescencia pasa que la primera polla que veían tus compañeras de clase era el pollón de Fermín, que se la sacaba con cualquier excusa. Y luego la de Amorós, que tampoco iba cojo. Y así. A Cifuentes nunca le vio la polla nadie.

(Decía que había hongos en los vestuarios. Que prefería ducharse en casa. Que estábamos locos por ducharnos allí. Que a un primo suyo le tuvieron que cortar un pie).

Aunque no despuntara en matemáticas, hasta la chica más tonta era capaz de hacer la media aritmética entre el pollón de Fermín y la señora polla de Amorós. Y, dado que no tenían más elementos de juicio, ese era más o menos el calibre que tenían en mente.

Y así, sin comerlo ni beberlo, llega un día en que por fin te toca a ti sacarla (la gaita) al ruedo. Estás nerviosillo. La borracha de turno por fin accede a tus humildes pretensiones. Y te la mira. Te la coge. Te mira a ti. La mira otra vez a ella. Y a ti otra vez. Y se le escapa una sonrisa. Y tú no sabes de qué se ríe pero a lo mejor te lo imaginas y no se te ocurre otra cosa que sonreír tú también y apretar el culo bien fuerte, a ver cuánta presión sanguínea son capaces de aguantar tus cavernosos cuerpos sin provocarte un desgarro.

Y te acuerdas de Fermín y de su putísima madre.



Nota: Fermín y el propio Enrique A. Torralba (que tan esforzadamente se dirige a ustedes) son personajes de la curiosísima novela basada en hechos reales "Lolología (el empujoncito)" que tarde o temprano caerá en manos de la humanidad para la que fue concebida. 

13 mayo 2011

Catalán antinacionalista e independentista

Tengo un amigo. Bueno, varios. Este es catalán. Como todo el mundo sabe, los catalanes somos la polla. Aunque hablemos mal y respondamos en catalán a los que vienen a comprarnos el pan en castellano.

Yo he vivido muchos años en Zaragoza. Así a ojo, diría que al menos a la mitad de los zaragozanos les ha pasado que alguna vez han ido a comprar el pan (en Salou o Cambrils por lo general) y el panadero o panadera les ha atendido en el idioma del demonio pese a haberse expresado ellos inicialmente en castellano.

A todos menos a uno que también conozco a quien sí le respondieron en castellano. Pero de mala gana. "Como por obligación y sin ningún entusiasmo".

Perdónesenos la proverbial descortesía catalana. Pero reconózcase también la capacidad de convocatoria de nuestro gremio de panaderías.

Ayer me explicaba mi amigo que la política le importa tres (3) cojones, que él con ir follando cada cierto tiempo se da por satisfecho. Pero que puesto a definirse políticamente, se define antinacionalista e independentista.
Independentista, dice, para eliminar el 80% del problema (el nacionalismo español).
Y antinacionalista porque, una vez Cataluña fuese independiente, dice que habría que quemar todas las banderas y quitar las calles a Francesc Macià y Lluís Companys y demás símbolos del catalanismo reivindicativo.

Conseguido esto, esperaría a que el resto de España hiciese lo mismo con los suyos y votaría por volvernos a juntar con una única condición: Que nos quiten los peajes de una puta vez.

Un fenómeno, mi amigo.

PD:













11 mayo 2011

Un terremoto en Lorca y un señor de Ucrania

Me acaba de decir mi señora que su difunto abuelo, al que no tuve el placer de conocer, era natural de Lorca. A raíz, obviamente, del terremoto que se ha producido en esa misma localidad de la provincia Murcia, qué hermosa eres.


Y me he preguntado: ¿Será una señal? ¿Significará algo? Y luego me he dicho: Mierda, mierda, mierda, mierda.


Y me he acordado de un señor nacido en Ucrania que un buen día decidió emigrar de su país a la soleada España. Había más países a los que ir y él no sabía (supongo) español, pero se decidió por España y, de España, eligió Barcelona y, de Barcelona, fue a parar a Viladecans, que es un pueblo grande con muchos perros. Antiguamente. Vila de Cans. Cans=perros. Villaperros. Vamos, digo yo.


Y allí estaba un buen día, esperando a que un semáforo de tantos se pusiera verde para cruzar sin que le atropellara un coche cuando le cayó en la cabeza una señora que por fin había reunido el valor suficiente para tirarse desde su octavo piso sin antes mirar abajo.


Murieron los dos, por supuesto. Sobretodo el ucraniano, aunque lo hizo más tarde. Y ahora resulta que el abuelo de mi mujer era de Lorca y en Lorca ha habido un terremoto de 5,2 en la escala Richter.


No sé cómo interpretarlo pero, de momento, estoy acojonado perdido.


PD: Algún día un niño pubescente le preguntará al señor que le acompaña:


-Entonces ¿tú no eres mi verdadero padre?
-No.
-Ya. ¿Y qué le pasó al otro?
-Murió.
-Vaya.
-Es terrible, lo sé.
-Cómo murió.
-¿Que cómo murió?
-Sí. Que cómo murió.
-Sabía que me lo preguntarías.
-¿Sí, eh? Lo sabías.
-Sí.
-¿Cómo murió?
-Esperando para cruzar la calle. Sucedió muy lejos de aquí. En Viladecans. Es una población cercana a Barcelona, en España. De un mujersuicidazo en toda la cabeza.
-Joder. Ya es mala leche. ¿No se podría haber muerto de un infarto, el cabrón? ¿Qué se supone que tengo que contestar cuando me pregunten en el colegio cómo murió mi verdadero padre? Te recuerdo que los niños de mi edad somos bastante hijos de puta.
-Tienes razón. Invéntate cualquier cosa.

02 mayo 2011

Dar plancton

-Papá, oye, que tengo un pequeño problema.
-Dime, hijo, dime. Para eso está tu padre.
-Es que he quedado con una chica.
-Eso está bien. Ya verás cómo le sacas rendimiento.
-Ya. Lo malo es que está un poco gorda.
-¿Cómo de gorda?
-Bastante.
-¿Cuánto es bastante?
-Mucho. Muy gorda. Gorda como un ballena.
-Muy sencillo.
-¿Ah, sí?
-Sí. Dale plancton.

(Jajajá, jajajá).