-Papá, oye, que tengo un pequeño problema.
-Dime, hijo, dime. Para eso está tu padre.
-Es que he quedado con una chica.
-Eso está bien. Ya verás cómo le sacas rendimiento.
-Ya. Lo malo es que está un poco gorda.
-¿Cómo de gorda?
-Bastante.
-¿Cuánto es bastante?
-Mucho. Muy gorda. Gorda como un ballena.
-Muy sencillo.
-¿Ah, sí?
-Sí. Dale plancton.
(Jajajá, jajajá).
02 mayo 2011
Dar plancton
Un parto de
Enrique A. Torralba
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